martes, 24 de mayo de 2011

Columpio

A cada impulso hacia adelante y atrás, a cada balanceo feliz con las piernas al aire y el pelo revuelto, el mundo cambia a mejor en un instante para el niño.

Hasta que pone los pies en el suelo.

3 comentarios:

  1. Totalmente cierto, Elías. Ahora, más allá de tus excelentes textos, la mayoría de las veces, quedo asombrado con las fotografías elegidas. Deberías indicar su origen: son fantásticas. Esta de hoy, no puede venir más a cuento.

    Te deseo mucho éxito y, sobre todo, una agradable estancia en Zaragoza. ¡Quién pudiera estar allí!

    Un abrazo.

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  2. ¿Quién ha dicho que una vez puestos los pies en el suelo no podamos volver al columpio para volver a sentir el movimiento de los pies en el aire?.

    Un saludo Á.

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  3. Bello texto, por un momento, he levantado los pies del suelo y he vuelto a ser esa niña.
    Hasta pronto.

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