95. O gato o canario. Tuve que optar y opté por el gato que me garantizaba el silencio. Pero he perdido el amarillo dorado.
(En la Biblioteca Nacional de Madrid)
96. ¿Ustedes conocen a alguien más idiota que a un obrero de derechas?
(A Felipe Morente y a mí en el bar Heildelberg de Jaén)
97. Mire amigo, nosotros los rojos no podíamos ganar la guerra porque saltábamos una trinchera y nos hacíamos la señal de la cruz.
(En la inauguración de la Casa del Pueblo en Huelma, Jaén)