lunes, 12 de abril de 2010

Suicidios

Imagen: Arthur Fellig (Weegee)


El suicidio es una rendición. Pero honrosa, no nos equivoquemos.

Cuando alguien se suicida, es su muerte lo que muere.

Tuvo siempre tan mala suerte que lo mataron el día que se iba a suicidar.

El suicida es el único de nosotros que dispone a su antojo del tiempo. Envidia me da algunas veces.

Si no estuviera seguro de que soy yo el que está cayendo por propia voluntad, pensaría que me he vuelto loco, que el suelo viene a mi encuentro con una rapidez asombrosa.


Ver:
"Los suicidas", de los geniales Les Luthiers.

11 comentarios:

  1. ¡Uf! Menuda entrada. Tendríamos que debatir horas y horas para poder decir una pequeña muestra de lo que inspira esta decisión de poner fin para pasar a la nada.
    Saludos.

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  2. Interesantes reflexiones, no exentas de poesía, respecto a tema tan delicado y controvertido. Aunque me acogería todas y cada una de ellas, me gusta particularmente la última.

    En cuanto a la visita a la página de los tranvías, por supuesto que merece la pena.

    Consabido abrazo.

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  3. Lo mataron el día que se iba a suicidar, sin duda genial, un texto muy bueno sobre un tema serio en plan irónico. un abrazo

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  4. (No sé qué voy a tener que hacer con los dedos sobre el teclado y las prisas) Una vez más,

    Fe de erratas:

    Donde dice "acogería todas y cada..."
    debe decir: "cogería todas y cada..."

    Abrazos,

    Se me olvidó comentar antes que, efectivamente, el número de Les Luthiers, como de costumbre, genial.

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  5. Esta entrada como dice Mercedes, daría para largo. El suicicidio o al menos el intento es algo a lo que me enfrento en mi trabajo y puedo deciros que si valiente ha de ser uno para suicidarse, más valiente ha de ser la persona para sobrevivir en determinados estados.

    Pero como Antonio del Camino me quedo con la última es ingeniosísima.

    Un abrazo.

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  6. Buen pentagrama para tema tan peliagudo, el único problema filosófico verdaderamente serio, como más o menos decía Camus. En un sentido, la posibilidad de que exista esa salida es un consuelo, pone en el horizonte cierta garantía de dignidad; en otro, el suicida, a lo Sansón, en cierto modo arroja su muerte sobre los demás (y quizás esa sea su principal cobardía). La visión que presentan Los Luthiers demuestra qué cerca están, en este como en tantos temas, la comedia y la tragedia. Un saludo.

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  7. Ya veo, amigos blogueros, que esta entrada se presta a diferentes interpretacioens y daría lugar a una amplia discusión, como comenta Mercedes. Es lo que tienen los temas tabúes.
    Y el suicidio (¿cómo no estar de acuerdo con Camus? Alberto), en nuestra cultura cristiana siempre lo ha sido. Pero nada nos impide tener nuestras propias opiniones al respecto y exponerlas.
    A mí me parece que es un tema en el que más la valentía que dice Lola, (o la cobardía) del acto en sí, lo que conlleva es una forma de dignidad personal, una íntima decisión de cada cual que no debería estar abierta al reproche de los demás.
    O no. En fin. No sé.

    Bien es verdad también, Suso, Antonio, que he procurado verter unas gotas ironía sobre el tema, que nunca viene mal.

    Abrazos a todos.

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  8. Debes leer el libro titulado Mi suicidio, hazlo si puedes Elías

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  9. Siguiendo tu consejo, Madison, he indagado un poco sobre él en la red, y ya lo he encargado a mi librera habitual.
    Tiene muy buena pinta.
    Gracias por la sugerencia.
    Un abrazo.

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  10. Ains, espero que te guste. Mira que nunca recomiendo libros porque creo es una responsabilidad enorme.
    Ya contarás, de todos se lee en un plis

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  11. Cierto, Elías, en mi opinión también creo que esa decisión es de cada cual, y entrar en debate estaría de más. Para muchas personas lo difícil es respectar que ha realizado lo que quería y en sus pensamientos más profundo se esconde el por qué, que ya no se sabrán.

    Un abrazo, Granada.

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