viernes, 31 de mayo de 2013

Eufemismo "bufonesco"



Hoy, releyendo algunas páginas de un libro de artículos de Julio José Ordovás (Papel mojado, Eclipsados, 2007) me he encontrado en uno de ellos con uno de los eufemismos más grotescos que me haya sido dado leer o escuchar hasta ahora. Y encima en inglés. A uno le parece que los eufemismos son una de las lacras más lesivas del idioma, un cáncer del habla cotidiano y entendible por todos y un atentado de primer orden contra el sentido común, pues lo único que persiguen es confundir con el lenguaje para esconder la realidad de las cosas.

El artículo de Julio José -Bufones- da noticia de la exposición que la National Gallery de Londres dedicó hace unos años a Velázquez, “el pintor de reyes y el rey de pintores”.

Para vuestra consideración, copio aquí el espanto lingüístico en versión bilingüe, la que hace el propio autor en su libro.

Según la nota que publicitaba la muestra, los bufones ya no son tales sino persons of restricted growth who were employed as entertainers and companions to the royal children.

Para entendernos, “personas de crecimiento reducido que estaban empleadas como artistas y compañeros de los vástagos reales”.

Ahí queda eso.

Imagen: El bufón Calabacillas (Diego Rodríguez de Silva y Velázquez)

jueves, 30 de mayo de 2013

Hablar con extraños (11)


32. No, mi perro no es de raza, es de los que llaman mil leches pero es muy simpático y tiene mucho sex appeal. Hasta las gatas del barrio le arrastran el culo. Además le gusta comer queso con uvas, yo creo que porque tiene algo de perro bíblico o santo. Eso sí, a la iglesia no lo llevo nunca porque no lo dejan entrar. Yo entro porque parezco humano.

(Paseando el perro en el Parque Retiro de Madrid)

33. Yo estoy aquí por Picasso. Ni siquiera por Picasso, por el Guernica. No sé por qué empecé un día a contarle los grises y no paro; ya llevo 127 y me parece que voy por la mitad o menos. Vengo todos los días menos los lunes que aprovecho para organizarme. Cuando termine, si termino, sabré más de pintura que un obispo. Bueno, no sé por qué han de saber de pintura los obispos. Uno que fue amante de mi madre cuando quedó viuda sí que sabía. A mí me quiso abrir la amapola de Cézanne. ¿Sabe a que me refiero, no ?

(Un domingo de mañana en el patio del Museo Reina Sofía)

34. A mí también me dijeron que Vivaldi no había compuesto cuatrocientos conciertos sino el mismo concierto cuatrocientas veces. Así es, les contesté, todos los japoneses son iguales.

(En el auditorio de la Fundación March durante un intervalo)

miércoles, 29 de mayo de 2013

Dos gaditanos en Sevilla (Tomás y Javier)


Hoy se reúnen en Sevilla dos gaditanos que separados en edad por casi una generación son, no obstante, grandes amigos entre sí. Lo hacen para presentar al alimón, a dúo, por colleras, sus dos últimos libros publicados por la renacida Isla de Siltolá: el "inkling" Ars Vivendi, de Tomás Rodríguez Reyes (Sánlucar de Barrameda, 1981), y Libre de la tormenta, de Javier Sánchez Menéndez (Puerto Real, 1964).

Si ambos son finos y rigurosos poetas, no lo son menos como dietaristas: a uno, ambos libros así se lo parecen. Aunque en rigor, más que dietarios, cabría hablar de diarios literarios, pues en casi todas sus páginas es la literatura, la poesía, la protagonista evidente y principal de las reflexiones en ellos recogidas.
Reflexiones donde, entrelazados con algunos apuntes de la vida diaria, aparecen esos autores que Javier y Tomás consideran imprescindibles en su formación poética y en su manera de entender la poesía: Platón, Nicanor Parra, Claudio Rodríguez, J.R.Jiménez, Antonio Colinas, Holderlin, Rilke...
No parece, desde luego, mala compaña para transitar por la vida.

La presentación de ambos libros, que recomiendo vivamente desde la humildad de esta página, tendrá lugar esta tarde en la Casa del Libro de Sevilla (C/Velázquez, 8) a las 19:30 h., y correrá a cargo del también poeta Diego Vaya.

Lástima que uno, laburo obliga, no pueda asistir con su abrazo al encuentro con los amigos. Por eso os animo a que lo hagáis vosotros, dispuestos al goce.
A buen seguro que saldréis más sabios.





martes, 28 de mayo de 2013

Sin título



Efímeras como las huellas

de un perro en la playa,

obstinadas como los cantos

de las aves multiformes en la jungla,

inmutables como la roca roja

del desierto en Australia

-imán divino para los aborígenes-,

tu voz y tu mirada en el adiós.

(Inédito) 

Gracias a Isabel Sánchez -por la imagen de su hijo Jesús Gáchez-, y a Jordi Doce -por su rastro evidente en uno de los versos-.

lunes, 27 de mayo de 2013

Los peligros de orinar por ahí


Un aviso que quizás no debierta tomarse a broma:
"El que orina sobre los orines de un perro es aquejado de una larga pereza sexual."*

*Plinio (Historia natural)

Imagen: René Maltête

domingo, 26 de mayo de 2013

De forenses



Mi amigo forense me contaba cosas de los muertos que nunca querría haber sabido.


El forense elevó una queja contra el verdugo por la imperfección de sus cortes.


Imagen:Enrique Simonet

sábado, 25 de mayo de 2013

"Morería" del buzo



Para Fernando Sanmartín, buzo en espíritu.

El buzo emerge de las aguas con el abismo en la mirada.

viernes, 24 de mayo de 2013

Milonga de la ganzúa



Letra de Raúl González Tuñón
Música de Juan Carlos Cedrón



Los ladrones usan gorra gris,
bufanda oscura y camiseta a rayas;
y si no, no;
alguno lleva una linterna sorda en el bolsillo.
Por otra parte, se enamoran de robustas muchachas,
coleccionan tarjetas postales y a veces
lucen un tatuaje en el brazo izquierdo:
una flor, un barco y un nombre: Rosita.
Todos los ladrones están enamorados de Rosita,
y yo también.
Los ladrones saben silbar,
bajarse de los coches en movimiento
y bailar el vals.
Aman sobre todo a su madre anciana
y cuando ésta se les muere
cantan un tango, lloran desconsoladamente
y de las cosas dejadas por la muerta
a repartirse entre los hermanos eligen…
una virgen de plata y el canario.
 

Vengan a verlos por las mañanas
con la gorra hasta las orejas:
han desvalijado a las viejas
del asilo de las Hermanas.
Dilapidarán sus dineros
con mujeres y malandrinos
en tugurios y merenderos,
en milongas y clandestinos.
Oirán un tango de Pracánico
y en lo del Pena, ole con ole,
mientras sueñan con Rocamboles
las muchachas en el Botánico.
Del parque Goal, los versolaris
humedecerán sus mejillas
cantando sombrías coplillas
a la manera de Olivari.
A la noche, con la mamúa,
irán de pura recalada
a besar la crencha engrasada
que cantó Carlos De La Púa.
Y son humanos, inhumanos,
fatalistas, sentimentales,
inocentes como animales
y canallas como cristianos.
Ninguna angustia los desgarra,
cada cual vive como quiere;
cuando la madre se les muere
le ponen luto a la guitarra.


Escuchar aquí