domingo, 4 de julio de 2010

Burdeos



Burdeos

en la pasividad de los días de noviembre,
en el asombro feliz de los incrédulos,
en la soledad del calamar de los abismos,
en el alma líquida del cinabrio,
en el error del cirujano y el poeta,
en lo azaroso de quien tropieza con sus contradicciones,
en el júbilo tardío del cinamomo,
cabe la fe del profeta y el hereje.

4 comentarios:

  1. Precioso, me transmite una sensación inquietante, ¿será que el burdeos es un color inquietante?.

    No me canso de leerlo.

    Un beso.

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  2. La copa que se comparte a la luz de una velas.
    También el color preferido de mi ropa interior, ups!!!!, perdón por la osadía, con todo mi respeto a tod@s l@s lectores y a ti Elias.
    Me salió de la manera más inocente junto con el negro es mi color preferido de ropa, (todo tipo de ropa).

    Un abrazo.

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  3. Es verdad, Paloma: todos los poemas de este epígrafe tienen algo de inquietantes, una mezcla -eso creo- de desasosiego y extraña belleza.

    Un beso.

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  4. Pues no puedo más que alabarte el gusto, Lola: el negro y el burdeos son unos colores muy elegantes y sugerentes para esas prendas que dices.

    Brindo por ti (con un Ribera del Guadiana, ya que no un Burdeos).

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