Hoy, 23 de julio, José Viñals hubiera cumplido ochenta años. No pudo ser; "la flaca" vino a por él va a hacer ya ocho meses. Pero qué más da eso cuando uno se convierte en eterno en la memoria de los amigos, de los lectores, de sus descendientes.
Novelista, ensayista, escritor de aforismos, José Viñals Correas nació en Corralito, provincia de Córdoba, Argentina; hijo de padre catalán y madre extremeña, el grueso de su obra literaria caminó por el territorio siempre desconocido de la poesía. En 1969, cuando ya tenía casi cuarenta años, publicó su primer libro de poemas, Entrevista con el pájaro, escrito once años antes. Desde entonces, y hasta el último y póstumo Pan (Ed. PreTextos) su obra poética no hizo más que ganar en hondura, en solidez, en vida y sabiduría.
Una excelente muestra de esto que digo es este Caballo en el umbral, una extensa y bien documentada antología que recoge casi cincuenta años de su poesía entre 1958 y 2006. Preparada durante años con rigor y afecto por Benito del Pliego y Andrés Fisher (el estudio introductorio es esclarecedor en grado sumo), ha sido publicada con la exquisitez habitual por la Editora Regional de Extremadura. Casi 500 páginas de lecciones poéticas y vitales, de honradez y compromiso, de dignidad y amor, de rebelión y lucha -con la vida, con las palabras-, de amistad y magia.
Quienes tuvimos la fortuna y el privilegio de gozar de su amistad y sapiencia, quienes alguna vez sentimos su abrazo fraterno, su palabra serena o embravecida, salimos enriquecidos para siempre cada vez que un nuevo libro suyo llega a nuestras manos, como otro abrazo que se suma y acrecienta los demás.
Y se me antoja que quienes se acerquen a su poesía por primera vez ya no podrán dejarla nunca de lado.
Este caballo de José Viñals ya los espera inquieto en el umbral, piafando, deseando salir al galope con el lector, con el poeta, a su grupa.
Este libro va a ser uno de los acontecimientos literarios del año. José Viñals estaría orgulloso de amigos como Benito y tú. Elías, eres un ejemplo de lealtad. Un abrazo.
ResponderEliminarElías: Tenías que ser tú quien hablase en público, por primera vez, de la antología. Me alegro porque eso refleja el apoyo y las atenciones que has tenido con el libro y con todos los que estamos relacionados con él. Son amigos como tú lo que explica por qué esta obra aparece publicada en Extremadura. José, que conoció que así iba a suceder, estaba encantado de volver a la casa familiar, a su casa. Nosotros también. Gracias de nuevo. Compartimos contigo, con los lectores y con el maestro ese abrazo.
ResponderEliminarChema: ojalá sea como dices y ese libro se aúpe a donde debe. Aunque sólo fuera por un poco de justicia -poética, y de la otra-.
ResponderEliminarQue tanta falta nos hace, por otro lado.
Un fuerte abrazo
Benito: las gracias os las tenemos que dar a Andrés y a ti los lectores de poesía y los amigos de José por poner en nuestras manos, y en nuestra vida, y en nuestra memoria, esta joya.
ResponderEliminarLevanto mi copa por él, por vosotros.
Y me voy a galopar en el caballo que me regaló.
Un fuerte abrazo.
Le he estado leyendo hoy, por la calle y me he acordado de ti.
ResponderEliminarYo me acuerdo de él todos los días, y casi todos los días abro también cualquier libro suyo y aprendo y disfruto y le quiero un poco más.
ResponderEliminarGracias por lo de ayer.
Más besos