"Isla de Siltolá"

Hace tiempo que quería escribir esta entrada, dar la bienvenida desde esta ventana a una joven y prometedora editorial sevillana, que en sus cortos meses de andadura por el proceloso mundo del papel impreso y la poesía, ya ha dado (y sigue dando) muestras de un paso firme y decidido, de una magnífica línea editorial, de un exquisito gusto en sus publicaciones: "Isla de Siltolá".

Me habló de ella con su entusiasmo habitual mi amigo Chema Cumbreño, y poco después tuve en mis manos uno de los primeros libros publicados en ella que llegaron a las librerías de mi ciudad: Caricias perplejas, de Olga Bernard. Una cubierta ajedrezada (inspirada en una de las primeras ediciones de las Greguerías de Gómez de la Serna, una tipografía clara y elegante, un diseño de página limpio y accesible...
Una delicia, en suma, para quienes apreciamos estas cosas, este mimo en el detalle.




En esos pocos meses de que antes hablaba, y dirigida con mano firme y amable, al tiempo, por Javier Sánchez Menéndez, esta editorial ha puesto a disposición de los lectores un buen número de títulos, enmarcados en diferentes colecciones: "Poesía" (Señales de vida, Tiempo muerto, A merced de los pájaros, Pájaro negro, El huerto deseado, Temporada de fresas...), los libros ilustrados (Elogio del desierto, Plaza de toros...) de "Anejos de Siltolá", y una llamativa, por lo que tiene de original y novedosa, colección: "Álogos", donde se van publicando exclusivamente una selección de entradas de blog, merecedoras, a juicio de los editores, de dar el salto al formato libro: Blogueína, El café de Ocata, Al hilo de los días o Una realidad fractal, son algunos de los títulos publicados.
Y este lector, en lo que pueda ser de fiable para algunos, da fe del buen criterio en la elección de los textos.

Amén de una revista de poesía con el mismo nombre de la editorial y el mismo diseño de los libros de poesía: "Isla de Siltolá", de la que ya han aparecido dos números.
Para atesorar, para coleccionar.




Lo dicho, amigos, mi más calurosa bienvenida a esta hermosa iniciativa cultural, y mi ánimo y gratitud a los responsables.

Larga vida.