Hace 4 años
martes, 6 de julio de 2010
Wislawa Szymborska (2 poemas)
Fin y principio
Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.
Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.
Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.
Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.
A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.
Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.
Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.
Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.
En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.
De Fin y principio, 1993
Versión de Abel A. Murcia
Elogio de la mala conciencia de uno mismo
El ratonero no tiene nada que reprocharse.
Los escrúpulos le son ajenos a la pantera negra.
No dudan de lo apropiado de sus actos las pirañas.
El crótalo se acepta sin complejos a sí mismo.
No existe un chacal autocrítico.
El tábano, la langosta, la tenia y el caimán
viven como viven y así están satisfechos.
De cien kilos es el corazón de la orca,
pero no le pesa.
Nada más animal
que una conciencia limpia
en el tercer planeta del Sol.
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Se te ponen los pelos de punta con el poema de la Szymborska... de punta...
ResponderEliminarPor cierto te la copio para ponerla en mi blog
ResponderEliminarPues impactada me voy. Menudo descubrimiento. Buena elección.
ResponderEliminarGracias.
Es verdad, Isabel: yo los leí hace unos días y, sobre todo el primero, no se me iba de la cabeza.
ResponderEliminarAsíq eu decidí colgarlos para compartirlos con vosotros.
Un beso.
Qué difícil sencillez hay en esta poesía. Cuánta profundidad y humanismo.
ResponderEliminarQué incuestionable posicionamiento frente a la injusticia y a la locura del hombre.
No había leído nada de esta excelente poeta. Gracias por acercarla.
Un abrazo.
Maravillosos ambos, poesía de la buena, y ella grande.
ResponderEliminarUn beso (dudo que te llegué el comenttario, es lo que hay)
El primer poema es impresionante pero el segundo no lo es menos: aquél, la guerra con los demás, este, la guerra con uno mismo. Balas ciegas revoloteando.
ResponderEliminarGracias por ofrecérnoslos.
Saludos.
Sí con el primero...
ResponderEliminarAhora no se me va de la cabeza a mi :-)
Con poemas así uno vuelve a comprobar (por si lo había olvidado) que la belleza (también) duele. Y qué bien suena la traducción, ¿no?
ResponderEliminarGracias, Elías.
Un abrazo.
Mercedes, Antonio, Paloma, Marisa, Daniel:
ResponderEliminaren mi humilde opinión, Szymborska es una de las grandes poetas actuales.
Merece la pena leerla en profundidad, dejarse emocionar por sus siempre certeras palabras.
En la página de Abel Murcia (el traductor del primer poema) http://altrasluz1.blogspot.com/ hay una extensa y magnífica muestra de poesía polaca.
Os la recomiendo.
Abrazos y besos.
Pues tomamos nota, Elías. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarAbrazos.
De nada, Antonio, a mandar.
ResponderEliminarOtro abrazo.