Hace 4 años
sábado, 17 de julio de 2010
Un poema del frío
Nadie comprende
La noche es hermosa como una gema
sobre el pecho de las mujeres
y los niños patinan sobre su desgracia
con una sonrisa en la boca
que me predispone al llanto.
El bosque es un cementerio
donde van a morir los abedules
y los renos vagan sobre el petróleo
hasta caer reventados.
Me dicen que el dios se llama vodka
y que el infierno sigue siendo
la antigua sede del partido.
Nadie comprende qué hago aquí
pudiendo estar en otro sitito.
Este lugar es tan terrible
que debe ser hermoso suicidarse.
Elías Moro
(La tabla del 3)
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Sólo un poema puede consolar tanta desgracia. Sólo la poesía puede cobijar tanta pena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un poema tan bello como desolador.
ResponderEliminarExcelente.
Un abrazo.
Uff... qué bien dicho. Qué terrible.
ResponderEliminarCoincido con Daniel.
Un abrazo.
Duele este bello poema, Elías, como una rosa con espinas.
ResponderEliminarBesazo.
Un poema desolador que ha tenido la fortuna de encontrar cuatro magníficos lectores como vosotros.
ResponderEliminarGracias a todos.
Besos y abrazos.