sábado, 6 de marzo de 2010

Rinoceronte


"El rinoceronte, pobre mío, puede parecer torpe y estúpido, pero te aseguro que de torpe no tiene un pelo. Y de estúpido, menos. Si quisiera, ahora mismo podría arremeter contra ese cercado que lo encierra y derribarlo de un soplo, como quien dice, sembrando el pánico entre quienes lo miramos.

¿Que por qué no escapa? Porque sabe que sería atrapado casi al instante y volvería de nuevo a su prisión, esta vez a una a prueba de fugas, con muros de hormigón, alambre de espinos, foso de agua y demás.

Y para semejante horizonte, pues se ahorra el esfuerzo.

Lo que te digo; ni un pelo de tonto".


2 comentarios:

  1. Puede que lleves razón, no estoy segura; aunque pienso que prefieren comer a la libertad, por eso no se van.
    Un saludo.

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  2. No sé, no sé, tendríamos que vernos en esa situación. O sea, que yo tampoco estoy seguro.
    Abrazo

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