miércoles, 10 de marzo de 2010

El dependiente



Lo maté porque se puso muy pesado.

Es que hay gente que no escucha, con la que es imposible razonar; ya les puedes decir lo que sea, indicarles amablemente que por ahí no van a buen puerto, que no hay manera.

Y mira que yo no quería, que se lo dije bien clarito dos o tres veces, que desde críos sabemos todos que las armas las carga el diablo y no se pueden dejar así como así en las manos de según quién.

Pero el tío, ni caso. Como quien oye llover y está a cubierto, bien calentito con los pies en el brasero.

Entré en la tienda, di una vuelta echando un vistazo, y el fulano se me pegó detrás como una lapa. Cuando cogí la escopeta, ya no hubo escapatoria, ahí se me echó encima del todo, erre que erre con la matraca comercial: que si el último modelo; que si se lleva usted una joya que además está en oferta; que hay que ver lo bien que se adapta a su hombro la culata de nogal; que si nunca se encasquilla; que si pruebe, pruebe, pero pruebe sin miedo, hombre…

Y probé.

Ahora andan buscando un nuevo dependiente.

Se lo digo por si le interesa.

8 comentarios:

  1. Don Elías, no va a dejar usted a este paso títere con cabeza... (Volví a disfrutarlo).

    Un abrazo.

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  2. No se si reir o llorar. Mejor me río; jejejeje... Si es que los hay muy pesados, puñeta.
    Muy bueno. Saludos.

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  3. Jajajaja, que bueno, tengo una frase para esas personas que atentan contra nuestro espacio vital, una frase que evita que comenta un delito, pero que suele ser muy eficaz, te la presto. Jajajajaaj.

    "Si ser pesado fuese un delito, tú estarías en la cárcel por reincidente".

    A mi me sirve para acallar esas maracas de las que hablas en tu entrada.

    Me encantó tu texto, jajajajajaja. Ese humor negro.

    Saludos.

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  4. Genial...¡¡¡ y es que hay gente mu pesá.
    Besos

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  5. Pues alguno -y alguna- más caerá, Don Antonio. Que no soy yo de hacer distingos.
    Abrazo

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  6. ¿A que sí, Mercedes? Es que hay cada uno por ahí... Y entran unas ganas a veces...
    Mejor nos quedamos con la risa.
    Abrazo

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  7. Lola: me encanta tu risa al principio y al final.
    Y la frase, me la quedo (prestada). Gracias.
    Abrazo

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  8. Yo no quería, de verdad. Pero se puso tan a tiro...
    Besos

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