Me acuerdo del baile de la Yenka y de su simplón estribillo: “Izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás, un, dos, tres”.
Me torcí el tobillo una vez intentando los pasos.
Me acuerdo de que en los guateques de la adolescencia siempre había un ratito a oscuras en que se bailaba “agarrao”.
Víctima predilecta de la ortodoncia y el acné, yo pasaba la mayoría de ellos junto al tocadiscos, “pinchando” canciones, mientras mis amigos, esos traidores, bailaban con las chicas que más me gustaban.
La yenka me queda un pelín lejos, pero de los guateques pillé algo. ¡Me casé con el que siempre pinchaba discos!
ResponderEliminarHasta pronto.
Yo bailaba la yenka con mi padre, me montaba sobre sus pies y creía volar.
ResponderEliminar¡Que maravilloso recuerdo!
Gracias por el recuerdo.
Gracias por tus envío, me llegaron al corazón.
Gracias por todo.
Vaya, Mercedes, un pinchadiscos con suerte.
ResponderEliminarRara avis, a fe mía.
Beso.
¡Qué alegría, Lola, tu presencia por aquí de nuevo!
ResponderEliminarTe imagino muy ocupada con tus asuntos, aunque yo también te he tenido un poco abandonada.
Me alegro de haberte recordado eso que cuentas.
Un beso