He dejado el ordenador encendido con una foto mía como salvapantallas y un documento de texto abierto para espiar la reacción de “Nana” ante mi imagen inmóvil.
Cuando me ve, empieza a hacer las cucamonas de costumbre: olisquear de medio lado, erguir alternativamente las orejas, mover el rabo en redondo a una velocidad como si fuera a despegar igual que un helicóptero, ladrar con ese tono cariñoso que emplea a veces…
Al cabo de un rato, cada vez más nerviosa ante mi falta de respuesta, con los ladridos in crescendo, ha puesto las patas delanteras de golpe en el teclado y ha salido esto: lcfguq,4¡’vh.ñhjjjbmfv.kh-.
Me gustaría creer que en el lenguaje perruno quiere decir algo amable.
Yo lo creo así, ahora, soy incapaz de descifrar el mensaje de tu perra Nana. "lcfguq,4¡’vh.ñhjjjbmfv.kh-"... Nada, no lo pillo.
ResponderEliminarHasta pronto.
Creo que no, querido Elías, simplemente será el "impulso"...
ResponderEliminarMe parece que Nana ya había escrito antes ese texto y hasta creo haberlo visto publicado... ¿en papel? No sé si me traiciona la memoria, Elías. En todo caso, de lo que estoy seguro es de que el «lenguaje perruno» tiene preferencia por las fila central del teclado: de las 26 teclas pulsadas, casi la mitad (12, si no he contado mal) corresponde a esa zona. Por otro lado, la presencia de tanta "j" da qué pensar. Un abrazo
ResponderEliminarEl mensaje es indescifrable, pero me gusta pensar que la última frase del texto se hizo realidad en algún momento.
ResponderEliminar"Nana" murió hace unos meses, después de 13 años en mi casa.
Abrazos.