1. No hay carácter alguno, por noble y respetable que sea, que no pueda ser hecho trizas mediante el ridículo, por mediocre y simplón que éste sea.
Fijaos por ejemplo en el asno: posee un carácter casi perfecto, es el más selecto de los espíritus entre todos los animales humildes y, sin embargo, observad el ser ridículo en que se le ha convertido.
Cuando nos llaman asnos, en lugar de sentirnos piropeados nos quedamos atónitos.
2. Di la verdad o miente..., pero cógele el truco.
3. Adán era absolutamente humano; eso lo explica todo. No deseó la manzana por ella misma, la deseó porque era una fruta prohibida. El error fue no prohibir la serpiente, porque en ese caso se hubiera comido la serpiente.
4. Cualquiera que haya vivido lo suficiente para saber lo que es la vida, es consciente de la profunda deuda de gratitud que tenemos con Adán, el primer gran benefactor de nuestra especie.
Él trajo la muerte al mundo.
5. Adán y Eva gozaron de muchas ventajas, pero la más importante es que se escaparon de sufrir la dentición.
¡Ah!, lo prohibido... Es cierto, lo maravilloso de vivir es que puedes elegir y equivocarte.
ResponderEliminarHasta la próxima.