Hace 4 años
viernes, 10 de junio de 2011
He nombrado
He nombrado lo que en la sombra no se ve:
el canto estéril de los metales entre las manos del herrero,
la paciencia de quien escucha las entrañas de la noche
y es feliz con su vigilia,
el sosiego que se ha perdido desde tus labios hasta mi huida,
el lamento de los tranvías mientras se pierden de vista
por las rampas del olvido,
el olor del pan sobre la mesa del hambre y la penuria,
la caricia que se esconde entre los pliegues de tus manos,
el temor del solitario y sus ensueños
he nombrado todo lo que he podido,
lo que en la sombra no se ve
ahora es el turno del silencio
Imagen: Josef Sudek
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Un joya, Elías. Precioso.
ResponderEliminarBeso.
Verdaderamente, después de lo que has nombrado y cómo lo has hecho, solo queda guardar silencio.
ResponderEliminarUna maravilla.
Hasta pronto.
Bellísimo poema, Elías. Y sí, después, el turno del silencio: ese lugar donde vuelven a madurar siempre las palabras para poder seguir nombrando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno. Y además, queda ese tono lisboeta de los tranvías, lo que en la sombra no se ve, y ese silencio tan lleno de sentido. Hasta otra.
ResponderEliminarPrecioso, Elías.
ResponderEliminarBesos
Yolanda