Conductores. Delincuentes habituales en libertad provisional habilitados administrativamente para manejar a su antojo y conveniencia un vehículo a motor.
Taxista. Con respecto a los anteriores, sujeto particularmente peligroso que se cree il capo di tutti capi.
Dejando aparte su inaudita capacidad para dar la tabarra, las habituales y aterradoras maniobras homicidas que protagoniza de continuo al volante de su automóvil y los estragos que tales artimañas causan entre sus convecinos y clientes más prudentes y apocados, las tarifas impuestas por contratar sus calamitosos servicios podrían calificarse, sin temor a errar demasiado en el concepto, de abuso, cuando no de extorsión o chantaje.
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