"Todas las pompas son fúnebres".
Ramón Gómez de la Serna
Panteones. Horrendas construcciones, producto de la macabra megalomanía de imbéciles pretenciosos con objeto de perpetuar su estupidez.
Adornados de común por angelitos de mármol en actitud orante o desolada, vírgenes llorosas, cristos yacentes o admonitorios, toscas cruces de piedra o variados metales…, su contemplación frecuente (comportamiento éste que ha empezado a ser reconocido por la psiquiatría como una perniciosa y anti natura desviación de la conducta) puede conducirnos al extravío del buen gusto estético, y aun a la pérdida de la poca fe que todavía pueda quedarnos acerca de la sensatez y el sentido común del ser humano.
Eso, por no hablar de algunos rótulos que los complementan donde se da cuenta de las andanzas y miserias -en ocasiones, en verso y son de chanza- de quienes en ellos moran para alegría de gusanos.
Cada cierto tiempo es conveniente realizar una limpieza de los restos para hacer sitio a nuevos y estúpidos ocupantes.
Testamento. Con la imprescindible complicidad de notarios, abogados y albaceas, venganza póstuma del finado hacia sus atónitos y cariacontecidos deudos durante la lectura del mismo ante parientes y acreedores.
Féretro. Espantoso artículo mortuorio que pagas en plazos mensuales durante gran parte de tu vida para no disfrutarlo nunca, lo que, sin lugar a dudas, constituye la adquisición más superflua y majadera que puede ocurrírsele a alguien.
Fig. Postrero contenedor de ambiciones.
Epitafio. Mentira tallada en piedra y olvidada con prontitud.
Me acuerdo de una funeraria que se llamaba "El Porvenir".
Una síntesis perfecta de humor negro.
Una síntesis perfecta de humor negro.
Me hace mucha gracia el humor negro de "El Porvenir", y también la misma expresión "Pompas" fúnebres.
ResponderEliminarEn cuanto a eso de ir pagando a plazos para el día en el que se pinche la pompa final y te vayas por los aires, uf... (¡¡mi propia suegra lo hace, con Seguros Santa Lucía!!) cuánto mejor gastarse el dinero en irse de tapas bien sólidas, y rico vino, con la familia y fundirlo todo en vida...
Simplemente, genial.
ResponderEliminarYo conocí otra funeraria, en un pueblo de Alicante, que se llamaba "la siempreviva". También tenía su miga.
Un abrazo.
A mi me entra un mal rollo ver esas cosas.
ResponderEliminarSoy muy miedica Elías
Pues objetivo conseguido, Isabel, porque eso es lo que pretendo con estas definicioens: arrancar alguna sonrisa a base de escepticismo e ironía.
ResponderEliminarY si la sonrisa es la tuya, ¿qué mas pedir?
Un beso
Gracias, Antonio.
ResponderEliminarCreo que me repito pero es que me lo estoy pasando muy bien con este "diccionario".
En cuanto a los nombres de las funerarias, se comprende: imagínate que se llamaran -por seguir con el diccionario- "El féretro",
"El panteón", "Tumba eterna" o cosas así.
Como para salir corriendo.
Abrazo.
Y yo, Madison, a mí también me da mal rollo.
ResponderEliminarPero como el tema está ahí, ¿por qué no tratarlo con ironía y humor?
Un beso