Excusas
Estaba hasta el moño de sus excusas, de su indolencia, de su incapacidad doméstica: ingeniero computacional, máster en informática aplicada a la gestión empresarial, experto en redes, diseñador de páginas web…
¡Si no le cabían los títulos en la tarjeta!
Y le digo que me eche una mano, que estoy hasta arriba de cosas, y va, y me salta con toda la pachorra de que es capaz, con que no sabe programar la lavadora.
Para matarlo, vamos.
No sé lo que me pasó, la verdad; pero yo creo que la culpa de todo este asunto la tuvo la dichosa cancioncilla, que es que hay algunas que tenían que estar prohibidas.
Todo el santo día escuchando eso de “que se mueran los feos, que se mueran los feos, que no quede ninguno, ninguno, ninguno...”, pues se te va metiendo, metiendo, y al final pasa lo que pasa.
Todo el santo día escuchando eso de “que se mueran los feos, que se mueran los feos, que no quede ninguno, ninguno, ninguno...”, pues se te va metiendo, metiendo, y al final pasa lo que pasa.
Y para feo, feo, pero de los de asustar al miedo, y aferrado a la vida con uñas y dientes (que no cogía ni un resfriado, el puñetero), el boticario de mi barrio.
Así que, mezclada con el carajillo de media mañana para disimular el sabor, le administré una ración de su propia medicina.
Así que, mezclada con el carajillo de media mañana para disimular el sabor, le administré una ración de su propia medicina.
Para asustarle un poco no más.
Eso sí, visto el fatal resultado, y para futuras ocasiones, tendré que revisar la mezcla y las dosis de los ingredientes.
Me parece que se me fue un poquitín la mano.
Je, je, je... Me han encantado estos dos micros. Buenísimos. Yo conozco alguno que "es muy listo" y no sabe poner la lavadora. Y a una fea, pero fea, ¡y es farmacéutica! Qué arte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola. Vengo del blog de Miguel Paz y, aunq a mí no me has invitado, pues me invito yo sola. ^^
ResponderEliminarMercedes: pues no se lo enseñes a la farmaceútica a ver si te va a coger ojeriza.
ResponderEliminarY de los otros los hay a montones (entre ellos, lo confieso, yo, que soy bastante torpe para el asunto. Para otras cosas, no, eh, que conste).
Gracias por tus sonrisas.
Un abrazo.
Sara: un placer que te hayas invitado tú sola.
ResponderEliminarY tres felices coincidencias: Sara se llama también una de mis hijas, "Nana" se llama mi perra, y además eres "mañica"; y en Zaragoza tengo un estupendo grupo de amigos.
Abrazos.
Tengo en el escritorio del ordenador del despacho el libro Deslices que me enviaste, y lo reabro de vez en cuando para echar unas risas en el trabajo (Esto, en secreto, por favor). Así es que un bravo por estos relatos, aquí también.
ResponderEliminarUn saludo.
(¿Te llegaron las 3 fotos?)
Je,je, muy buenos. Perdón por el breve comentario pero es que no se puede decir otra cosa...me he reido un montón, sobre todo con el último. Abrazos.
ResponderEliminarEso es lo que me gusta, Isabel; que te eches unas risas de cuando en cuando con esos textos.
ResponderEliminarY sí, llegaron tus fotos.
Te he puesto un correo acusando recibo.
un beso.
No hace falta más, Su: como le comento a Isabel, de eso se trata.
ResponderEliminarMe alegro de haber acertado contigo.
Abrazos.