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Piratas
Ni todo el oro del mundo,
ni mil barricas de ron.
No sé si mi fin es la horca,
o seré pasado por la quilla.
Bajo un pendón de tibias y calavera,
el sol azota mi rostro
y el salitre mi espalda.
Aunque ella lo ignora todavía,
navego, firme el timón,
a destruir Maracaibo.
Elías, aunque veo en el poema plasmado con claridad el espíritu del pirata, no sé si es el ritmo cambiante de sus versos o qué, el caso es que no lo acabo de leer con la fluidez con la que entro en otros textos tuyos. Eso sí, me gusta mucho el desenlace.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me pasa como a Antonio del Camino, pero curiosamente me has recordado la canción del pirata que escucho muy a menudo y cuando yo trabajaba en un pub en mi adolescencia y entraron un grupo de soldados. Me pidieron un "chupito". Yo, que tenía mi chuleta de bebidas ya que no conocía ninguna, dije ¿qué me habéis dicho que queréis?, no tenía ni idea de lo que era ese chupito.
ResponderEliminarY a partir de aquí, fue un verano genial; el chupito dio para guasa.
Por cierto, eres muy atractivo.
Saludos.