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3 soleares
Para Juan Antonio González Romano
No digas que me has querido
si tienes vergüenza ahora
de que te vean conmigo.
A las rosas de tu pecho
yo les cuento las espinas
que se me clavan por dentro.
Por las esquinas del aire
van tropezando mis besos
con las piedras de tu calle.
¡Ole, ole y ole!
ResponderEliminarUn abrazo
Los mismo digo: un ole por cada una de las soleares. Y muchísimas, muchísimas, muchísimas gracias por la dedicatoria.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Tela, de bonitas! No quiero imaginar cómo quedarían cantadas.
ResponderEliminarHasta pronto.
Un placer vuestra compañía, amigos.
ResponderEliminarMe alegro de que os hayan gustado.
Otro ole por vosotros.
Y este abrazo.