José Viñals cumple hoy 81 años; a pesar, o por encima, de haber muerto hace más de año y medio. Porque los grandes poetas no mueren; no los poetas como José Viñals, que amaron tanto la vida con sus luces y sus sombras, con su dolor y su esperanza, con su mirada sobre las cosas que le rodeaban.
En 2006, Viñals dio a la imprenta He amado (La Poesía, señor hidalgo), un volumen de cerca de 600 páginas donde reunía 11 libros de poemas dedicados a otros tantos amigos.
De uno de esos libros, Hablar con extraños (dedicado a Jorge Riechmann), son los textos que transcribo a continuación. Textos recogidos por él en viajes y conversaciones con gente de lo más variada y dispar. Poesía a pie de calle, en la barra de un bar, junto a la cama de un hospital, en una estación de tren.
En 2006, Viñals dio a la imprenta He amado (La Poesía, señor hidalgo), un volumen de cerca de 600 páginas donde reunía 11 libros de poemas dedicados a otros tantos amigos.
De uno de esos libros, Hablar con extraños (dedicado a Jorge Riechmann), son los textos que transcribo a continuación. Textos recogidos por él en viajes y conversaciones con gente de lo más variada y dispar. Poesía a pie de calle, en la barra de un bar, junto a la cama de un hospital, en una estación de tren.
5 Las serpientes no ponen huevos. ¿Cuántas veces se lo tengo que decir? ¡Mire que es burro usted! Hay pájaros comedidos que sí ponen huevos en los nidales de serpiente. Yo conozco tres clases de pájaros hueveros: el Cacholote, el Cuervo Siciliano y el mal llamado Pájaro de su Puta Madre. Es negro y verde oscuro y tiene muy mal olor. Es brasileño, de la selva, y no sabe vivir en jaula. Su Puta madre, sí señor, su Puta Madre. Canta que es un primor.
(Conversación filosófica en un boliche de Córdoba, Argentina)
8 ¿Es usted español? Yo, en vuestra guerra civil, en Teruel, maté a tres españoles. Y dos más que se me escaparon por los pelos. Eran unos muchachos de no más de 20 años. Los españoles son muy fáciles de matar.
(En París, en un barecillo de la Rue de Belleville, en 1980)
12 No me gustan los poetas y menos los que tienen prejuicios contra el ordenador. Por su edad me imagino que usted debe ser uno de ellos, así que por mí se puede ir al quinto pino. Con todo respeto se lo digo porque ya me he enterado que usted está de paso por Mérida.
(En un bar emeritense donde bebíamos Elías Moro, Javier Fernández, Luisa Ortés y yo mismo)
"Ganzúa blanca, ganzúa negra, socórreme en mis tiempos de dolor, de gula del sentido, de esta pasión que reverbera detrás del horizonte donde los árboles se funden ya con el cielo, ya con el infierno, con la cara vacía de la luz o la sombra."
ResponderEliminarDe Arte de forja, dedicado a D. Félix Grande y a su hija , buena poeta ella, Guadalupe.
Noctívaga y charlitas ando esta madrugada. Usted tiene la culpa, por haber traído a J. Viñals.
Saludos con brisa de mar entrando por la ventana.
Ingenioso y lúcido este José Viñals. Me impresionó.
ResponderEliminarHasta pronto.