miércoles, 30 de marzo de 2011

Abjuración de Galileo (Eppur si muove)


"Yo, Galileo, hijo de Vicenzo Galilei de Florencia, teniendo setenta años de edad [...], juro que siempre he creído, creo ahora y, con la ayuda de Dios, en el futuro creeré, en todo lo que la Santa Iglesia Católica y Apostólica sostiene, predica y enseña. Después de haber sido amonestado por este Santo Oficio, enteramente abandono la opinión falsa de que el Sol es el centro del Universo y que es un astro inamovible, y que la Tierra no es el centro del mismo sino que es un astro en movimiento. Acepto que yo ni debía tener, ni debía defender, ni debía enseñar en ninguna manera, ni oralmente ni por escrito, todo lo que pregoné con la falsa creencia; luego de haber recibido una notificación que afirmaba que la doctrina que yo apoyaba es opuesta a la Santa Escritura, escribí y publiqué un libro en el que sigo apoyando mis herejías, propongo también argumentos persuasivos en su favor. Por esa causa he sido juzgado por el Santo Oficio, pues se tuvo la vehemente sospecha de mi herejía, que es haber sostenido y creído que el Sol está en el centro del Universo y que es inamovible, y que la Tierra no está en el centro y que se encuentra en movimiento. Por lo tanto, deseando remover de las mentes de sus Eminencias y de todos los cristianos fieles, esta vehemente sospecha razonablemente concebida contra mí, yo abjuro con una fe auténtica y un corazón sincero estos errores y herejías; maldigo y detesto estas infamias así como también cualquier otro error, herejía o secta contraria a la Santa Iglesia Católica. Y juro que para el futuro yo ni diré ni afirmaré oralmente, así como tampoco escribiré cosas tales que puedan traer sobre mí sospechas semejantes; y si conozco a cualquier hereje, o a alguno sospechoso de herejía, "yo lo denunciaré a este Santo Oficio, o al Inquisidor u Ordinario del lugar en el que pueda estar".

2 comentarios:

  1. Y sin embargo se mueve. Cuanto ha avanzado la ciencia desde Galileo hasta nuestros dias y cuán poco la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana.

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  2. Si Galileo levantara la cabeza... (es una frase que digo a menudo), cuánta hipocresía en esta "santa institución", cuántos errores y, lo peor es que en lugar de aprender, siguen erre que erre. En fin.

    Un beso.

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