Siempre que veo un kimono se me viene a la cabeza la palabra primavera.Una desgracia -otra más- de nuestro tiempo: estar al alcance de cualquiera.
La traición, cualquier traición, es una tradición.
Hace 4 años
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me apunto el tercero.
ResponderEliminarPuede consolar sentir una traición como una tradición, pensar que era difícil librarnos.
Asumir que el hombre es un animal de costumbres.
Un beso.
siempre que llega la primavera se me sube a la cabeza el olor de sakura, la flor de los cerezos.
ResponderEliminarElias, me llevo los tres.
ResponderEliminarMe parece a mí que a la traición, deberíamos considerarla tradicionalísta; la tradición me parece a mí otra cosa.
ResponderEliminarBuenas reflexiones.
Saludos
Gracias a todas por vuestros comentarios a estas pequeñas reflexiones.
ResponderEliminarY tú, Jesús, llevátelos donde quieras.
Abrazos.