Mayo
Ha llegado mayo. Estalla con las glicinias en el emparrado del jardín. Son corolas violetas, como campanas violetas. Campanas de mi aldea, pregunto a las glicinias, ¿por qué no sonáis ya? Me responden las campanas de Metato, al otro lado del río, diciendo: delelén, delelén, adivina quién es. ¿Quién es?, pregunto yo. Y ellas responden: delelén, delelén, delelén, adivina quién es.
Maggio
Ecco arrivato ilmaggio. Scoppia col glicine nella pergola del giardino. Sono pigne violette, come campane violette. Campane del mio villaggio, chiedo al glicine, perché non suonate più? Mi rispondono le campane di Metato, dall´altra parte del fiume, che dicono: delelén, delelén, indovina chi è? Chi è?, chiedo io. E loro rispondono: delelén, delelén, delelén, indovina chi è?
Antonio Tabuchhi
Ay, el lenguaje de las campanas. No sé si ya somos (o seríamos: la atmósfera urbana tiende a expandirse por todos lados y no es fácil que suenen cerca) capaces de descifrarlo. Según leía, estaba creyendo que era un texto tuyo, y que Metato sería alguna aldea extremeña desconocida, incluso una herencia nominal del pasado romano... Después el texto italiano y la firma de Pessoa 2 (Tabucchi, en relación al prodigio lisboeta, es el mejor antídoto contra quienes no creen en la reencarnación), llevó las cosas hacia su verdadera naturaleza, aunque la apertura del mes ya estaba servida con un acorde enriquecedor: el limpio lenguaje de las campanas (que Rosalía supo escuchar también tan bien...). Hermoso texto, Elías, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarTienes el don de lo adecuado Elias
ResponderEliminarHermoso poema de Tabuchhi. Bien traído en este primer día de mayo. Respiro las glicinias y delelén, delelén, me acunan las campanas.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a ti, Alfredo, por disfrutarlo como se merece. Y sí, Tabucchi parece otro de los heterónimos de Pessoa, de tan bien como ha sabido sumergirse en el alma portuguesa.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Madison. Hoy era el día adecuado para esta entrada.
ResponderEliminarMe alegro que lo hayas disfrutado.
Abrazos.
Pues aunque no te lo creas, Antonio, mi vecino tiene una hermosa planta de glicinias en flor y mientras subía el texto las campanas de una iglesia cercana tañían su "deledén".
ResponderEliminarAbrazos.
Hermosa y adecuada entrada para homenajear el mes que entra hoy, tal vez es más esperado del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues a ver qué nos depara mayo, Mercedes.
ResponderEliminarEsperemos que esas campanas toquen a fiesta y no a duelo.
Un abrazo.