DEUTSCHES RÉQUIEM
En este paisaje
vigilado por las águilas
descansan vuestros restos,
lejos de las guerras
que os trajeron hasta aquí,
aunque os preceda un sendero
de piedras musgosas como runas
y hojas de roble como emblemas:
también el azar determina el mito.
Cementerio, en vuestra lengua,
se dice patio de paz
y tiene el mismo significado
que corte de paz. Así este lugar,
patio y corte de sueños perdidos,
con Gredos al fondo
como un saurio dormido.
Una gran cruz de hierro
extiende su sombra simbólica
sobre vuestras tumbas
cavadas en tierra extraña,
y el fantasma del emperador
os visita a veces
en forma de cisne negro
con las membranas podridas.
Ninguno de vosotros cumplió
los treinta años. Ahora
-sólo nombres y fechas
que evocan nieve y niebla-,
descansáis en una tierra roja
y entre olivos, como nibelungos
en una morada horaciana.
Y las cruces grises de granito
tienen algo de submarino
y uniforme de vuestro ejército,
que habla de estas guerras
que aquí no fueron
-un laboratorio de muerte, Europa-,
y también de vuestra derrota.
José Carlos Llop (La Dádiva)
Imagen Cementerio: Julio Mateos
Buen poema, pero duro, muy duro. Hay tantos cementerios como el de Yuste...
ResponderEliminarUn abrazo.
Tercera entrega de una nueva manera de mirar lo mismo. Y supongo que aún quedan...
ResponderEliminarInteresantísima esta serie. Como apuntaba en su día Álvaro Valverde, "lo suyo" es que puedas llegar a editarlo y ponerlo a disposición del público en las librerías. Mientras tanto, sigan "cayendo" poemas.
Un abrazo.
Es que el tema, Mercedes, no es para menos:
ResponderEliminares lo concreto de la muerte, la sinrazón de la guerra, morar para siempre en una tierra extraña.
Un abrazo
Pues sí, Antonio, aún me quedan algunos en el archivo; tengo localizados, y con permiso de los autores para publicarlos aquí, siete u ocho más.
ResponderEliminarEn cuanto a editarlo en papel... Ya veremos.
Un abrazo.
Muy mala esa poesía al cementeri.
ResponderEliminar