Orina. Secreción asaz molesta y aroma desagradable que hay que liberar con regularidad so riesgo de sufrir variados y severos desajustes en una parte muy apreciada, y aún querida, de nuestra anatomía.
Sangre. Fluido escandaloso que tiene que estar encerrado. No obstante, en algunas culturas, la procedente de determinados animales se bebe como alimento en ciertos rituales iniciáticos. En otras, acaso más civilizadas, aunque no estoy muy seguro de este aserto, bien se compacta y se fríe con ajo y cebolla, bien se embute en tripa de cerdo con otros variados ingredientes -vulgo, morcilla- para ser utilizada como aliño y sustancia de pucheros y sartenes. En este caso, puede tomarse tanto en ración como en bocadillo. Adendas: 1.- "Picha española, no mea sola."* *Dicho popular. 2.- "La ensalada y salpicón hizo fin: ¿qué viene ahora? La morcilla, ¡oh gran señora, digna de veneración! ¡Qué oronda viene y qué bella! ¡Qué través y enjundia tiene! Paréceme, Inés, que viene para que demos en ella."** **Fragmento de "La Cena Jocosa", de Baltasar de Alcázar (1530-1606).
Hoy va la cosa de fluidos. Interesante tu particular definición. Las fotografías muy buenas.
ResponderEliminarUn abrazo.
jajajajajaja
ResponderEliminarComo apunta Mercedes, muy buenas las fotos. Las morcillas están diciéndome como en la "Tierra de Jauja": Cómeme, cómeme.... Y los chavales..., ¡menudos pintas debían de ser! Las definiciones, como siempre, acertadas. Y con la selección de textos, me has dado en el centro una vez más. La cena jocosa es uno de mis poemas queridos. Lo leí por primera vez cuando tenía 8 ó 9 años, en la Antología de prosistas modernos, de Antonio Regalado, libro que fue de estudios de mi padre, y que aún anda por su casa. La edición es de 1934. Junto a una amplia selección de textos en prosa, venía al final una pequeña antología poética, en la que se incluye el poema comentado.
ResponderEliminarPor cierto, este mismo curso, dando una lectura de poemas en un instituto de aquí, para hacer ver a los chavales que la poesía no tenía por qué ser aburrida, ni trágica ni mover a la llantina, les leí "La cena", arrancando, incluso, alguna que otra risotada entre la clase. Para que luego se diga de los jóvenes de ahora...
Bueno, que me voy extendiendo por demás.
Un abrazo.
Es que, Mercedes, no lo olvidemos, en gran parte estamos hechos de fluidos. Con estas definiciones intento sacar las palabras de su dogma particular, echarles un vistazo particular e irónico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonita risa, Madison.
ResponderEliminarEso es lo que quiero conseguir con estas entradas "escépticas".
Un abrazo.
Antonio: me da a mí en la nariz que, por un camino u otro, acabaremos conociéndonos.
ResponderEliminarVan siendo ya muchas coincidencias.
Y dar buena cuenta de unas morcillas con unos vasitos de vino, mientras leemos a coro esa
Cena Jocosa.
Un abrazo
Has escrito un artículo muy entretenido y muy recomendable. Un abrazo
ResponderEliminarPrimitivo
Gracias, Primitivo, me alegro que te haya gustado. De eso se trata, entre otras cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, sobre eso que dices de que "estamos hechos de fluidos": uno de los mayores disgustos de mi vida me lo llevé cuando de pequeña leí que una gran parte de nuestro cuerpo (no me acuerdo del porcentaje, mejor así) , era...¡agua! Dios mío, qué chasco, que mirarme y tocarme los brazos una y otra vez, para asegurarme de que yo era bien sólida y tenía mucha más carne de lo que ponía allí.
ResponderEliminarPero el agua, Isabel, sabe hacer su trabajo.
ResponderEliminarNo hay más que verte a ti para confirmar este aserto.
Un beso.