domingo, 19 de febrero de 2012

Del gauchaje


Milonga del peón de campo

(Letra: Atahualpa Yupanqui
Música: José Razzano)

Yo nunca tuve tropillas,
siempre en montao en ajenos;
tuve un zaino que, de bueno,
ni pisaba la gramilla.
Paso una vida sencilla,
como es la del pobre peón:
madrugón tras madrugón,
con lluvia, escarcha o pamperos,
a veces me duelen fieros,
los hígados o el riñón.

Soy peón de La Estancia Vieja,
Partido de Madalena,
y aunque no valga la pena,
anote que no son quejas:
una tranquera con rejas,
un jardín grande, un chalé.
Lo recibirá un valet
que anda siempre disfrazao,
más no se asuste, cuñao,
y por mí pregúntele.

No se le ocurra explicar
que viene pa´ visitarme;
diga que viene a cobrarme
y lo han de dejar pasar.
El hombre le va a indicar
que siga los ucalitos.
Al final, está el ranchito
que han levantao estas manos.
Esa es mi casa, paisano,
¡ y ahí puede pegar el grito !

De entrada le voy a mostrar
mi mancarrón, mis dos perros,
varias espuelas de fierro
y un montón de cosas más.
Si es entendido verá
un poncho de fina trama,
y el retrato de mi mama,
en donde rezo pensando
mientras lo voy adornando
con florcitas de retama.

¿ Qué puede ofrecer un peón
que no sean sus pobrezas...?.
A veces me entra tristeza,
y otras veces, rebelión.
En más de alguna ocasión,
yo quise hacerme perdiz,
para tratar de ser feliz
en algún pago lejano.
Pero la verdad, paisano,
¡ me gusta el aire de aquí ¡


Escuchar
aquí en la voz de Alberto Merlo

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