jueves, 16 de febrero de 2012

2 de gatos


Terror
He tenido un sueño terrorífico: me despertaba en mitad de la noche y, posado encima de mi pecho, había un gato observándome.

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Desconfianza
Ese empecinamiento de los gatos en pasearse altivos y condescendientes, de vivir entre ruinas, de apoderarse por las buenas de nuestro sofá, se me antoja que no es más que una muestra de desprecio hacia el resto del universo, ante el que parecen sentirse tan superiores.
Que no, que no acabo de fiarme de ellos.


3 comentarios:

  1. Haces bien en no fiarte. Al fin y al cabo son tigres jodidos por un cuerpo tan pequeño que oprime su espíritu indómito.

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  2. Como para no fiarse, de acuerdo. ¡Pero qué belleza la suya, como la de todos los felinos! Acaso sea cosa mía, pero me encanta su estampa.

    Un abrazo.

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  3. A mí me pasa igual, aunque siempre pienso en algo que leí sobre ellos "Un gato es la última oportunidad que tenemos de acariciar a un tigre" y pienso que debo estar perdiéndome algo :-) Un abrazo Elías.

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