lunes, 12 de diciembre de 2011

La mujer "centrífuga"


La mujer "centrífuga” debe su apodo a que todo hombre que entra en su radio de acción acaba siendo despedido de sus aledaños de golpe y porrazo. Y tanto más lejos de ella cuanto mayor haya sido el empeño puesto en acercarse a dicha mujer.
Y me da en la nariz que todos, en algún aciago momento que quisiéramos olvidar para siempre, hemos pasado por tan amarga experiencia.


Imagen: Mario De Biasi (1954) 

2 comentarios:

  1. A mí, una vez, el contoneo de unas caderas me despidió con tanta fuerza que por más que la volví a buscar, nunca la encontré.

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  2. A mí me siguen despidiendo esas caderas femeninas -esto es una redundancia, los hombres sólo tenemos ahí unos tristes huesos sin gracia alguna- todos los días.
    Basta con echar un vistazo por las calles.

    Un saludo.

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