Me acuerdo del pito del sereno. Y de esa expresión tan curiosa -y que a mí me resultaba incomprensible- que relaciona la lluvia con otro de sus instrumentos de trabajo: “Caían chuzos de punta”.
Yo los recuerdo, siendo un niño, saliendo en verano, a las diez en punto de la noche, todos juntos de la "Inspección de Vigilancia", lo que ahora es la comisaría de la Policía Local, con su chuzo, su manojo de llaves tintineando, y con dirección cada uno a sus calles. Y cómo los chavales, que andábamos correteando por la plaza, nos quedábamos quietos a su paso, hasta que se perdían a lo lejos, alguno canturreando.
Elías Moro (Madrid, "cosecha" del 59). Jugaba al baloncesto. Ahora quiere a sus mujeres (4) y a sus amigos, lee lo que le dejan, escribe como puede, baila salsa (aunque lo que le gusta de verdad es el tango). Algún enemigo tendrá también por ahí, no voy a decir que no. Estado actual: escéptico.
TESTIGOS DE CARGO
"Cuando escribes te manchas de ti mismo". Tomás Sánchez Santiago Foto de Guillermo Gallego
Yo los recuerdo, siendo un niño, saliendo en verano, a las diez en punto de la noche, todos juntos de la "Inspección de Vigilancia", lo que ahora es la comisaría de la Policía Local, con su chuzo, su manojo de llaves tintineando, y con dirección cada uno a sus calles. Y cómo los chavales, que andábamos correteando por la plaza, nos quedábamos quietos a su paso, hasta que se perdían a lo lejos, alguno canturreando.
ResponderEliminarUn abrazo.