lunes, 22 de agosto de 2011

Un poema de Kavanagh leído en Portugal


Carretera de Inniskeen: tarde de julio

Las bicicletas pasan de dos en dos, de tres en tres.
Hay baile en el granero de Billy Brennan,
y el código de medias palabras del misterio,
y el lenguaje de guiños del encanto.
Ocho y media, ni un alma en una milla,
ni una sombra que pueda revelarse
como hombre o mujer, ni una pisada
que revele secretos de la piedra.

Tengo aquello que odian los poetas,
pese al discurso solemne de la contemplación.
Alexander Selkirk conocía el aprieto
de ser rey, gobierno y nación.
Carretera, una milla de reino: rey soy
de orillas y de piedras y de cada florecer.

P
atrick Kavanagh
(La hambruna y otros poemas)
Trad: Fruela Fernández

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