Esa expresión, tan militar, de “cuerpo a tierra”, que siempre se pronuncia de manera tajante e imperiosa, encierra más peligro y veneno del que aparenta a simple vista; no hay más que fijarse en que a muchos de quienes la obedecen sin chistar, sin pensar, los arrastra también y sin remedio hasta su última y fatal consecuencia: quedarse cuerpo a tierra para siempre.
Hace 4 años
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