26. ¡Qué fantástica
flor! Y más lo sería si no se pareciera tanto a un pájaro. Estoy harta de
pájaros. Prefiero los micos y los frutos carnosos.
(En
la florería del Hotel Tequendama de Bogotá)
27. Ya sé que me voy a
morir. En realidad ya me estoy muriendo, pero no dejo de luchar. Agonía quiere
decir pelea, mire usted. Me van a dejar KO una de estas noches.
(En
la UVI del Hospital de la Ribera, en Alzira, Valencia)
28. ¿Quién dispuso que
la incineraran? Ella quería descansar junto a su marido. A mí me lo dijo. Yo la
peinaba y le arreglaba el pelo semana por medio. Le gustaba que yo le matizara
las canas con un poco de azul. Figúrese, a los 96 años. El pelo habrá sido lo primero
en chamuscarse, antes que las ropas. El cadáver debió ser muy chiquito. Y para
colmo era española.
(La
peluquera de mi madre en Buenos Aires)
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