Música:
Rafael Rossi
Letra:
Enrique Cadícamo
Llueve...
Llueve en el suburbio
y aquí, solo en esta pieza,
se me sube a la cabeza
una extraña evocación:
se me sube a la cabeza
una extraña evocación:
es la pena de estar solo
o es la tarde cruel y fría
que a mi gris melancolía
la trabaja de emoción.
o es la tarde cruel y fría
que a mi gris melancolía
la trabaja de emoción.
Aquí
está mi orgullo de antes,
bandoneón
de mi pasado,
viejo fueye que he dejado
para siempre en un rincón.
viejo fueye que he dejado
para siempre en un rincón.
En la tarde evocadora,
tu teclado amarillento
está
mudo y ya no siento
tu lenguaje rezongón.
Mi viejo fueye querido,
yo voy corriendo tu suerte;
las horas que hemos vivido
hoy las cubre el olvido
y las ronda la muerte...
tu lenguaje rezongón.
Mi viejo fueye querido,
yo voy corriendo tu suerte;
las horas que hemos vivido
hoy las cubre el olvido
y las ronda la muerte...
Mi
viejo fueye malevo,
hoy como vos estoy listo,
porque pa siempre dejé en tu registro
enterrao mi corazón. (Bis)
hoy como vos estoy listo,
porque pa siempre dejé en tu registro
enterrao mi corazón. (Bis)
Versión de Miguel Caló / Raúl Iriarte
Felicitaciones por tu blog y por el poema que acabo de leer... sencillamente excelente me ha encantado
ResponderEliminarsaludos desde argentina