Para el mal de piedra
“Tómese en ayunas agua de sabina con jarabe de rábano, consiguiendo así arruinar arena y piedras.”
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Cuando duelan las costillas
“Se tomará un dracma y media de flor de amapola y con doradilla y falsia se hará una bebida; cójase y úntense las costillas o el pecho del enfermo con ungüento de serpiente y aceite de lagarto o bien búsquese la hierba para dicho mal y mójese para dársela a comer al enfermo, untada con cáñamo dulce, y así se curará.”
Atribuido a Anicet Lluhí i Ministral
Juan Perucho (Rosas, diablos y sonrisas, Espasa Calpe, 1990)
...................................Julio 18/12
ResponderEliminar~Hace Tiempo~
Antes todo era una garantia, no sabias lo que es el matrimonio, la responsabilidad de llevar una casa, tener hijos, casi nunca tiempo para un descansao y mucho menos en la ciudad si trabajas y tambien estudias...
Era un pasado de "par de enamorados donde la frivolidad fue calida y amorosa, viajamos a la conquista de nuevas aventuras fuera del lugar que vives, copas, playa, tiendas, salas de noche y hasta juegos de ruleta... un resplandor lleno de magia para fantasear y no querer despertar e ibamo de avion en avion... un otro mundo y minimamente aspero.
Ysa,
Felices Vacaciones!!