martes, 10 de julio de 2012

Collar


Collar 

Estoy a punto de cumplir mi condena, lo intuyo. La niña ronda más que de costumbre por la alcoba cerrada desde entonces desordenando armarios y revolviendo cajones, destripando joyeros. 
Con tal afán indagatorio es de esperar que dentro de poco descubra este oscuro rincón en el que languidezco desde hace años criando rencor y ansias de venganza.
Tiene un cuello precioso. Tierno y delicado, como a mí me gustan. Me recuerda bastante al de su madre, que en paz descanse.
Creo que le podré dar al menos un par de vueltas completas a su alrededor antes de empezar a apretar.

2 comentarios:

  1. ¡Vaya collar! ¡Qué intenciones...!

    Pondré en alerta a mis hijas ante tales ejemplos de maldad.

    Abrazos.

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  2. ¡escóndelo! no dejes que lleve a buen término su perlada venganza.
    Esa personalización malvada del collar ha sido una apuesta atrevida que la has llevado buen término.
    saludoss!

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