En un restaurante de carretera al que llegamos un grupo de amigos con ganas de comer, al ver mucho personal endomingado le preguntamos al camarero de la barra:
-¿Habrá sitio para comer, no?
-Pues no sé -contesta el mozo, porque está comiendo un autobús.
¡Con lo que ocupa, y come, un autobús! (guiño cómplice).
ResponderEliminarAbrazos.
Ya te digo, Antonio: como que nos tuvimos que ir a comer a otro sitio.
ResponderEliminarAbrazo de postre.