Puede que tú no sepas qué hacer con tu tiempo, pero no tengas ninguna duda de que él sí sabe de sobra qué hacer contigo.
Eso de que “el tiempo está loco”, cada vez lo entiendo mejor; y es que oír dentro de la cabeza ese tic tac continuo, insomne, eterno, puede acabar volviendo loco a cualquiera.
Aunque a lo mejor sería bueno que no fuera tan terco y cambiara la letanía de cuando en cuando.
Venganza
Matamos el tiempo tantas veces, y de tan mala manera, que no es de extrañar que acabe, harto de nosotros, tomándose su venganza.
Así que esto es lo que nos espera de aquí en adelante: años al acecho, taimados y rencorosos, esperando su oportunidad de echarnos la zancadilla y el guante, de tirarnos a tierra de una vez y para siempre.
El tiempo corroe el hormigón con la paciencia y tesón con que un anciano sin dientes se dispone a la batalla contra el garbanzo tostado.
Sicario
¡Ah, el tiempo, el tiempo, ese eficaz esbirro de la muerte, el más ladino de ellos!
La firmeza del paso del tiempo que nunca tropieza, ni trastabilla, ni se cae.
Eso lo deja para nosotros, sus víctimas.
Tiempos verbales
Ya fuimos, ya somos, pero, ¿qué seremos?
Cada vez estoy más convencida de que el tiempo no pasa, somos nosotros; tal vez ni siquiera exista. Y eso de perderlo, el tiempo, digo, menudo arte.
ResponderEliminarHasta la próxima.
Esta entrada, Elías, me ha traído a la cabeza una décima que escribí ya hace unos años. Con la venía, aquí te la dejo:
ResponderEliminarFluye el tiempo y, sin embargo,
forma circular, no muere.
Es el tiempo el que nos hiere
de muerte, y pasa de largo.
Lo que corre a nuestro cargo
no es el tiempo, es nuestra vida:
envite en una partida
que con el tiempo jugamos.
Aunque de sobra sepamos
que está la apuesta perdida.
Y es que "El tiempo" da para mucho estrujamiento de mollera. A ver si en una de esas, entre todos, encontramos la fórmula para burlarlo.
Un abrazo,
Hola Elías, no se sí me conoces, pero de vez en cuando entro en tu blog, y hoy me gustó tanto el primer axioma que escribes sobre el tiempo, que no tengo más remedio que felicitarte. Yo escribí un libro que titulé "El tiempo que me habite" y desde luego que si lo volviera a reeditar no tendría inconveniente de ponerlo como cabecera del libro.
ResponderEliminarUn abrazo
Pepe Cercas