"El mal gusto conduce al crimen."
Prroverbio francés
Hay una mujer sentada a una mesa tomando un té, sola, con la mirada perdida vete a saber dónde, acaso en su mundo interior más que en algo externo y visible.
De vez en cuando sonríe para sí, como si estuviese planeando un robo o un asesinato y encajaran por fin todas las piezas del plan.
De edad indefinida, es hermosa, con ese punto de belleza y madurez de algunas mujeres que las hace mucho más apetecibles y elegantes que cuando tenían -pongo por caso- veinte años: como esa fruta que te ofrece su zumo y su pulpa en el momento justo de textura y dulzor.
De repente, rompiendo el encanto de la situación llega un tipo hosco, vociferante y grosero bamboleando tripa y papada de manera indecorosa; se acerca a la mesa donde está la mujer, aparta de un manotazo innoble su bolso de la silla, y derrama de golpe sus grasas sobre el asiento mientras agarra el periódico deportivo y exige una cerveza a gritos.
Ni siquiera le dirige la palabra. Ni siquiera un beso de compromiso en las mejillas, un mínimo gesto de cariño o de respeto.
Un fulano tan zafio que tendría que estar tipificado como delito en el Código Penal.
Estoy por sospechar que es de esos impresentables que se largan sin pagar siempre que pueden. O un canalla que, en vez de auxiliarte, te robaría la cartera y el reloj tras un accidente.
Si el tipo se marcha pronto -antes de que acabe mi copa, que hoy voy con prisa-, pienso acercarme a la mujer y rogarle que me deje participar en el asunto.
Pero si no hoy, mañana la espero aquí mismo de nuevo para hacerme su cómplice a la hora de quitarlo de en medio.
Pues llévate unos guantes de boxeo.
ResponderEliminarSigo por aquí.
Yo soy más de arma blanca, Mercedes: y tengo una navajilla por estrenar.
ResponderEliminarA lo mejor esta es la ocasión.
Un beso.
Necesita ayuda, pero no exactamente que le den su merecido al tipo asqueroso, quizás amigos con los que hablar y que se ayuden a verse como el escritor la ha descrito, con mucho que dar y con mucho que pedir.
ResponderEliminarUn abrazo Á