Hace un rato, durante la siesta, he soñado que escribía el artículo semanal al que me obliga mi contrato con el más poderoso grupo periodístico del país.
Un artículo -ya puestos, vamos a hacerlo bien- original, único, imperecedero, un monumento literario erigido a mayor gloria del lenguaje y la imaginación.
Cada palabra, la justa y necesaria; cada frase, ejemplo de sintaxis, en su sitio y con su orden exacto; cada párrafo, más convincente y literario que el anterior.
Para que os hagáis una idea cabal de mi talento, os diré que no tenía nada que envidiar a ninguno salido de la pluma de un González Ruano, de un Chaves Nogales, de un Camba, de un Cunqueiro, de un Pla…
¿Y de qué trataba esa maravilla?, me preguntareis con todo el derecho después de abriros el apetito de la curiosidad con su exquisitez formal, con su tema novedoso, con su insinuada genialidad a cuestas.
Y yo que sé de qué trataba; ya os digo que ha sido un sueño.
Si me acordara, y supiera hacerlo tal como lo describo, lo hubiera escrito al momento de despertarme en vez de perder el tiempo tecleando esto, precisamente porque ni me acuerdo ni, aun recordándolo, creo que el resultado pudiera acercarse ni un poco a alguno de los mentados.
Imagen: Fotograma de El crepúsculo de los dioses, de Billy Wilder
Al menos has tenido capacidad para soñarlo, otros no saben ni quienes son esas personas.
ResponderEliminarSaludos
Qué sería de nosotros sin los sueños. Pero te diré algo, a pesar de no recordar tan magnífico artículo, escribiendo sobre tu despertar te has acercado mucho a la excelencia.
ResponderEliminarPor cierto, ¿te apetecería ceder una de tus entradas para un blog amigo?
Hasta pronto.
Hombre, Emilio, a mí me hubiera gustado escribirlo de verdad. O por lo menos, acercarme.
ResponderEliminarPero bueno, eso, siempre podemos soñar.
Saludos.
Gracias, Mercedes, por tus palabras: algo excesivas con eso de la excelencia, pero tan cariñosas como siempre.
ResponderEliminarY por supuesto que sí a eso del blog amigo:
la que tú quieras.
Siempre me he planteado esto del blog como algo para compartir.
Un beso.