“No vine aquí para escribir;
vine aquí para estar loco”.
“Es absurdo y grosero,
sabiendo que estoy en un hospicio,
pedirme que siga escribiendo libros”.
Robert Walser, a un visitante en el manicomio de Herisau.
Allí se había presentado para ingresar
voluntariamente en enero de 1933,
Robert Walser, a un visitante en el manicomio de Herisau.
Allí se había presentado para ingresar
voluntariamente en enero de 1933,
con sólo una maleta ("Una maleta es toda tu casa en este mundo",
dejó escrito en algún sitio.) en las manos.
Y acaso también con un paraguas;
hay varias fotografías suyas en las que aparece
retratado con un paraguas.
El día de navidad de 1956 lo encontraron muerto
en la nieve no lejos del manicomio.
Había salido a dar un paseo.
Desde que le descubrí leo todo lo que puedo de él.
ResponderEliminarLe admiro, me llena de ternura su aspecto. Me encanta todas sus palabras
Curiosa entrada, Elías, para reflexionar sin duda. COn cierto matiz realista y tierno.
ResponderEliminarEres genial.
Un beso y espero que todo bien para este recien estrenado año.
Maravillosa historia de un genio demasiado cuerdo como para vivir fuera de un sanatorio
ResponderEliminarLa primera frase es de una persona muy cuerda. Cosas de la vida.
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