domingo, 30 de enero de 2011

Armadillo de madera



Sabido es de todos que el armadillo es animal de antiquísimo origen. Mas lo que muchos ignoran es que existe en Anad una variedad de armadillo que, al igual que una cebolla o el tronco de un árbol, cuenta su edad por el número de anillos que alberga su cuerpo. Cada generación añade un nuevo anillo, una nueva capa de escamas a la armadura con que se protegen de sus enemigos. Para saber su edad y el número de sus antepasados es preciso cortar su cuerpo por la mitad, como se hace con un árbol, lo que por otra parte causa su muerte instantánea. Por esta razón, lo nativos se han impuesto como norma sacrificar a un solo armadillo por año: a tal fin, han de eliminarse una por una las diferentes capas de escamas, labor realizada exclusivamente por mujeres, hasta llegar al tronco, cuya carne es de una dulzura y delicadeza incomparables. No obstante, en los ejemplares más recientes, el peso y grosor de la armadura con que nacen es tal que difícilmente madre e hijo sobreviven al parto, o incluso a los últimos días de gestación. Algunos nativos emprendedores se han especializado en la limpieza y posterior tratamiento de las escamas, con el objeto, entre otros, de librar a los armadillos de su pesada carga: tienen la creencia -no demostrada aún- de que adheridas estas escamas a su ropa, su vida ha de prolongarse indefinidamente y jamás llegarán a viejos.

Jordi Doce

2 comentarios:

  1. Muy interesante este texto sobre el armadillo, que yo desconocía completamente. Gracias.
    Hasta la próxima.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Mercedes. J
    Jordi Doce nunca decepciona.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar