Bien encajado en la cintura, las piernas rozando sobre la falda, acunado entre el pecho y el hombro de la madre, el niño duerme. Imagen: Dorothea Lange
Antigua... pero de tiempos de "depresión económica", como son también estos. Una imagen hermosamente dura a la que tus palabras descriptivas se añaden casi como un nana. (Aprovecho para desearte un buen año, con un abrazo).
Ese poema no quiere describir la fotografía de Lange que ilustra la entrada (es tal la belleza y fuerza de la misma que sería estúpido querer describirla con palabras); esos pocos versos fueron inspirados por una imagen similar -no en la pobreza, no en la desolación que transmite ésta, sí en la ternura- hace un par de años en Portugal.
Elías Moro (Madrid, "cosecha" del 59). Jugaba al baloncesto. Ahora quiere a sus mujeres (4) y a sus amigos, lee lo que le dejan, escribe como puede, baila salsa (aunque lo que le gusta de verdad es el tango). Algún enemigo tendrá también por ahí, no voy a decir que no. Estado actual: escéptico.
TESTIGOS DE CARGO
"Cuando escribes te manchas de ti mismo". Tomás Sánchez Santiago Foto de Guillermo Gallego
Una fotografía muy bella y evocadora. No podría explicar por qué, pero me ha estremecido.
ResponderEliminarBesos.
Impactante, foto y poema.
ResponderEliminarSaludos.
Rotunda sencillez, descarnada ternura. Un acierto redondo.
ResponderEliminarUn abrazo
"El hambre piensa" ...vi titulada esta foto así una vez.
ResponderEliminarAntigua... pero de tiempos de "depresión económica", como son también estos. Una imagen hermosamente dura a la que tus palabras descriptivas se añaden casi como un nana. (Aprovecho para desearte un buen año, con un abrazo).
ResponderEliminarReposa la cabeza
ResponderEliminarsobre su madre.
Ella es su hogar
y va de balde.
Queridos todos:
ResponderEliminarEse poema no quiere describir la fotografía de Lange que ilustra la entrada (es tal la belleza y fuerza de la misma que sería estúpido querer describirla con palabras); esos pocos versos fueron inspirados por una imagen similar -no en la pobreza, no en la desolación que transmite ésta, sí en la ternura- hace un par de años en Portugal.
Gracias por vuestra mirada sobre ambos.