Querido Elías, lo mejor de la literatura son las páginas de afectos que completa. Desde Mérida hasta Rivas un puñado de libros, un puñado de amigos comunes y sobre todo un puñado de razones para seguir escribiendo y leyendo, para seguir contando con amigos como tú.
Iñaki Uriarte me llega, desde luego da en la diana. Es curioso como nada más salir del trabajo a la gente le cambia la cara, el ánimo, el humor, aunque llueva y haya un tráfico infernal. Qué será?? Saludos
Querido Elías, no podía dejar de pasar para dejarte un beso enorme en este último día del 2010, y decirte que entre las cosas buenas que me ha aportado, tú ocupas un lugar importante con tus letras y tus detalles. Me gusta como eres.
Espero que el 2011 me conceda convertir el abrazo virtual en real.
En el último día del año, te mando un abrazo grande, Elías. Yo no puedo hacer hoy exactamente el elogio de la pereza (tengo que cocinar para muchos), pero mañana 1 de enero le dedicaré un Cántico completo. ¡¡Tú no seas perezoso en bailar!!
La inacción de Pessoa, el prefiero no hacerlo de Bartleby, frente a tanta obligación y deber y dominio de la naturaleza. No hacer nada es la mayor subversión.
Elías Moro (Madrid, "cosecha" del 59). Jugaba al baloncesto. Ahora quiere a sus mujeres (4) y a sus amigos, lee lo que le dejan, escribe como puede, baila salsa (aunque lo que le gusta de verdad es el tango). Algún enemigo tendrá también por ahí, no voy a decir que no. Estado actual: escéptico.
TESTIGOS DE CARGO
"Cuando escribes te manchas de ti mismo". Tomás Sánchez Santiago Foto de Guillermo Gallego
Pues no dejan de llevar razón. Lo curioso del caso es que, por regla general, los autores de tales asertos suelen ser unos grandes trabajadores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Elías, lo mejor de la literatura son las páginas de afectos que completa. Desde Mérida hasta Rivas un puñado de libros, un puñado de amigos comunes y sobre todo un puñado de razones para seguir escribiendo y leyendo, para seguir contando con amigos como tú.
ResponderEliminarIñaki Uriarte me llega, desde luego da en la diana. Es curioso como nada más salir del trabajo a la gente le cambia la cara, el ánimo, el humor, aunque llueva y haya un tráfico infernal. Qué será??
ResponderEliminarSaludos
Querido Elías, no podía dejar de pasar para dejarte un beso enorme en este último día del 2010, y decirte que entre las cosas buenas que me ha aportado, tú ocupas un lugar importante con tus letras y tus detalles. Me gusta como eres.
ResponderEliminarEspero que el 2011 me conceda convertir el abrazo virtual en real.
Feliz año.
En el último día del año, te mando un abrazo grande, Elías. Yo no puedo hacer hoy exactamente el elogio de la pereza (tengo que cocinar para muchos), pero mañana 1 de enero le dedicaré un Cántico completo. ¡¡Tú no seas perezoso en bailar!!
ResponderEliminarLa inacción de Pessoa, el prefiero no hacerlo de Bartleby, frente a tanta obligación y deber y dominio de la naturaleza. No hacer nada es la mayor subversión.
ResponderEliminarElías vengo a desearte Feliz Año Nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo
Queridas Ada, Paloma, Isabel y Madison, queridos Antonios y José Luis:
ResponderEliminarRepartíos entre todos, como buenos hermanos, este enorme abrazo.
Ya veis que es uno solo; es que estoy perezoso.
Y salud para el nuevo año.
Gracias por estar ahí.