Razón. Facultad de discurrir con sensatez, inteligencio o simple sentido común, habitualmente oxidada por falta de uso y el engrase adecuado. Es por esa roña perniciosa en las meninges, por ese orín fosilizado dentro del cráneo, que suele atascarse con frecuencia el engranaje del pensamiento y, de manera inevitable, formar unas peloteras de cuidado con esa otra facultad humana, también escasa y en caída libre, que es la comprensión lógica.
Hace 4 años
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