Baile de muertos
¿Recordará esta casa aquel otoño?
Claro
que no, no sé por qué te empeñas
en
que algo quede cuando nada queda.
Después
de que la última persona
cerrara
tan despacio aquella puerta
-cuando
hasta tú te has ido ya del baile-
vuela
tu pensamiento sobre el suelo,
vuelve
a mirar despacio aquel septiembre.
Se
fueron porque no pudiste darles
lo
que tú no tenías;
no
supiste
convertir
tu mirada en una casa.
Pero
yo no tenía casa propia,
yo
no tenía nada,
sólo
brasas
de
hogar o de un incendio recordado.
Dos
huérfanos tizones, dos pistolas
negras
bajo los arcos de las cejas.
Fíjate
bien: no hay sala,
sólo
un vago perímetro de ausencias.
Tu
corazón bombea sangre triste.
Fíjate
bien; los músicos
se
han parado a mirarte en el recuerdo.
Son
Dios o nada, nadie te vigila.
Llórales
de una vez, todos han muerto;
se
han ido de tu vida, ya están muertos.
Si
pensaran en ti, lo notarías.
(De
Nostalgia armada, La Isla de Siltolá,
2011)
Bonita sorpresa en un difícil febrero para mí. Un honor formar parte de tu juego;-)
ResponderEliminarBesos.
Estoy convencido de que la mejor palabra que define la poesía de Olga Bernad es "fuerza".
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