martes, 5 de junio de 2012

Cobardes


La cobardía de firmar las penas de muerte y no encabezar el pelotón de fusilamiento.


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El cobarde
Oír gemir a un moribundo, y callar la boca, y cerrar los ojos, y apurar el paso, y convertirse de golpe en un cobarde.

3 comentarios:

  1. Más de una vez he pensado en esto. Muchos de los grandes genocidas de la historia reciente probablemente no han matado a un hombre con sus propias manos. Es el signo del tiempo de la burocracia y la asepsia.

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  2. Y además de estos genocidas tenemos a los toreros y maltratadores de animales y de vegetales y minerales. Por ahí se empieza.

    Saludos

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  3. Buen resumen de la historia de lo humanidad, Elías.

    Un abrazo,

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