Llevo encima una tristeza eterna: la de la pérdida de personas que cruzaron por mi vida alumbrándola esplendorosa hasta que, sin saber bien cómo ni por qué, el combustible de esa luz se acabó de repente, también sin por qué, sumiéndome en la oscuridad y la desesperanza.
Esa angustia insondable que se siente por los amigos perdidos para siempre por un malentendido, por un desencuentro, por un estúpido y equivocado orgullo.
O, todavía peor, por cosas que no se dijeron a su debido tiempo ni por uno ni por otro.
Y esta horrible sensación de no saber si volverá a sucederme de nuevo.
Siento igual..no entiendo porque a veces después de haber estado tan cerca de persona la vida te obliga a separarte...te empuja hacia otro sentido ...pero siento que debe existir alguna razón ya que el calor de sus recuerdos sigue dentro de nosotros y quizás esa sea la razón de mantenernos vivos...
ResponderEliminarNo se olvidar y tengo tantos a quien recordar que a veces el dolor es muy fuerte.....un beso
Yo también siento muchas veces esa pena, esa sensación irremediable, esa tristeza de la separación sin motivos reales, mucho menos reales con el tiempo.
ResponderEliminarLa pérdida de la gente que un día compartió contigo tantas cosas y que han desaparecido por completo de tu vida...
Sí, siento muchas veces esa tristeza y cuando pienso en ello todavía me asombra no haber sido capaz de evitar la pérdida.
También el miedo, sí, a que suceda de nuevo con alguna de las personas con las que comparto hoy mi vida...
Me resulta familiar esa sensación que describe muy bien Elías y compartís vosotras. Pero la tierra que pisamos en cada momento tiene mucha fuerza; y los amigos y amores nuevos que llegan después de las pérdidas, aunque no reemplazan a nadie, hacen que volvamos a confiar y a entregarnos sin dudar, una y otra vez. Todos los amigos perdidos ocuparon y ocupan un sitio en nuestra vida; pero el presente es tan poderoso, y requiere tanta ilusión y tantas energías...
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