jueves, 10 de noviembre de 2011

De versos y de dioses


Cada vez que comienzo a escribir un poema casi nunca puedo evitar el darle vueltas a ese tan famoso axioma de "el primer verso es un regalo de los dioses".
Y cuando esto me sucede no sé bien a qué carta quedarme, si apostar con todo o, por contra, actuar con prudencia y abstenerme del envite; porque a cada día que pasa tenga más firmes sospechas de que ese verso no sea, al cabo, más que un regalo envenenado, puño de hierro en guante de seda, gato por liebre, cicuta disfrazada de perfume.
Porque, vamos a ver, decidme, ¿cuándo han hecho los dioses algo bueno por nosotros?

5 comentarios:

  1. Desde que firmaron la paz entre ellos, y como eso nunca ha ocurrido; nunca hicieron nada por nosotros. Pero curiosamente el ser humano, sí que lo inventó.

    Precisamente por eso ese verso es "divino" porque duda y acaba negando la existencia de Dios, de ese Dios universal y conflictivo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Dios es más bien un ser perverso: cómo permite el dolor de los niños, cómo permite el sufrimiento de millones de inocentes, cómo permitío Auswitch, cómo ha permitido todos y cada unos de los cientos de genocidios. ¿No es infinitamente bueno? ¿No es infinitamente poderoso? ¿Entonces?
    Estás en forma,Elías... Yo creo que debemos empezar los poemas por el segundo verso.

    Un abrazo. JUAN.

    Estás tardando en mandarme algo de dinamita para la Máquina.

    ResponderEliminar
  3. Pues también tienes razón. Sería la "leshe" que el primer verso también fuera del autor; entonces, casi divino. (Por supuesto, con guiño.)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Los perversos somos los hombres (y mujeres, para que no se me tache de discriminadora positiva;-) Dios te regala un verso, del resto sólo uno mismo es culpable.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Pues... yo diría que en muchas ocasiones, lo que ocurre es que están en continua lucha con los demonios.
    Buenas noches.

    ResponderEliminar