miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cosecha del 59 (3)



El dibujante zurdo
(Desaforismos)


La corrección política aboliría por derecho la hermosura. Según sus inflexibles principios, todos deberíamos ser iguales, todos feos, grises, incapacitados.

Para guardar los ahorros que no tengo, lo mejor sería un banco de niebla.

Conócete a ti mismo. Porque a cuenta de los otros jamás dejarás de ser un desconocido.

Nos estrechamos la mano porque contamos a nuestros amigos con los dedos.

Pocas cosas tan dolorosamente grises como un libro de poesía editado por un Vicerrectorado.

El futuro llega ese día no pensado. El presente se extingue cada día. El pasado revive un día y otro.

Todo es de todos en la noche. Democracia de las sombras.

Jamás lleguéis a sabios. La sabiduría es sublimación del aburrimiento.

¿Tan duro es afrontar la realidad, que incluso a la soledad llamamos “independencia”?

Arrimar el morro junto a los escritores conocidos, con la finalidad de ser fotografiado al lado de ellos. No hay peor delación para el personaje secundario.

¿Por qué a los poetas de la no-palabra no hay manera alguna de hacerlos callar?

Vueltos de espaldas, todos somos cíclopes.

Era un poeta tan horrendo que escribía haikús en prosa.

¿Por qué hay estrellas que, con tanta frecuencia, emiten sombra?

Le han colocado un aparato corrector en la boca, y le han asegurado que en tres años podrán quitárselo. Es la coquetería, ya se sabe. Y porque está de moda. Tiene cuarenta y nueve. Su calavera lucirá una dentadura perfecta.

No hay movimiento alguno, en cualquiera confín del Universo, que no esté sometido a los planes de Dios. ¿Dónde, si no, encontrar certera explicación a los enigmáticos vaivenes de este globo terráqueo? ¿Movimiento de rotación? Muy sencillo: Cristo niño jugando a la peonza con nuestro pobre planeta. ¿Movimiento de traslación? Allá en su Alto Cielo, Padre e Hijo pasándose a la mano la patata caliente del puñetero Mundo.

Perdona, Señor, a los amigos que pudieran hacer más dañinos a mis enemigos.

Pocos vocablos delatan con tanta expresividad la miseria del secundario, como la palabra accésit.

¿Han oído ustedes hablar de algo tan paradójico como pueda ser la “ética del ganador”?

La mujer de tus sueños es un puzzle. Los sueños de tu mujer, un rompecabezas.

Su vanidad es una bomba que puede estallar en tus manos, pero lo que no debe permitirse es que él resulte siempre indemne después de cada explosión. Mientras tú te despanzurras despedazado, él no puede pasearse por el mundo como si nada. Tendría que bajar a la calle con un brazo menos, una pierna menos, un amigo menos.

Un caja de pastas de té rotulada del siguiente modo: Cojones del Anticristo.

Oído en un restaurante: “Este es Tokai del bueno, se lo juro, el auténtico. De cinco putongos”.


Rafael Fombellida (10 de mayo)




Ilustración: Ignacio Fortún

4 comentarios:

  1. La mujer de tus sueños es un puzzle. Los sueños de tu mujer, un rompecabezas.

    Jaja, este tiene arte. Me pregunto ¿para qué no os soñáis?.

    * * *

    No hay movimiento alguno, en cualquier confín del universo, que no esté sometido a los planes de Dios....

    Elías, acabo de escribir en la revista "Alas": Miserere y Misiva. Como bien dices, para este puñetero mundo.

    Veo que eres búho, como yo.

    He visto por ahí que has estado en los Mercuriales, me hubiese encantado conocerte; si lo llego a saber, entro de puntillas y me cuelgo de una lámpara para que nadie me vea.

    En fin...

    Saludos.

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  2. No tienen desperdicio estos "Desaforismos"; agudos, irónicos, afilados, críticos...

    Otro buen sorbo, sin duda, de esta buena Cosecha.

    Un abrazo.

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  3. Nunca una macedonia de reflexiones resultó tan sabrosa. Me quedo con esta: "Conócete a ti mismo. Porque a cuenta de los otros jamás dejarás de ser un desconocido".
    Feliz día.

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  4. Perdón, me expresé mal: ¿para qué no os soñáis?,
    aunque creo, que algo se entendió.

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